El PSG, ¿la mejor opción para Messi?

Tras el fichaje de Messi por el Paris Saint-Germain, uno de los temas que están en boga en esta resaca post traumática para el barcelonismo y el fútbol mundial es si el club parisino era realmente la mejor opción para el genio de Rosario. Son muy diversas y acaloradas las opiniones de Zutano o Mengano sobre lo que debería haber hecho el jugador, al punto que incluso algunos barcelonistas –y no barcelonistas- le han llegado a poner la cruz al ex capitán blaugrana por decantarse por el PSG.

A propósito de lo anterior, vaya por delante que, más allá de mi particular punto de vista, si hay alguien en el mundo del fútbol contemporáneo cuya trayectoria merezca reconocimiento unánime, ese es Lionel Messi. Un Messi que sus razones personales y deportivas tendrá para haberse comprometido con la entidad francesa, y como tal, la postura de este servidor es de total respeto hacia la decisión del futbolista. ¡Sólo faltaría que una figura de semejante calado para la historia del juego estuviera obligada a decidir “x”, “y” o “z” para complacer a según quiénes!

Precisado esto, mi opinión sobre la alianza Messi – PSG no es la mejor. Si bien es cierto que el crack argentino parece que se encontrará cómodo dentro de su nuevo vestuario, un vestuario conformado por jugadores de un nivel altísimo, que seguramente le posicionarán más cerca de esa quinta Copa de Europa personal tan anhelada, también es verdad que el perfil del club al que llega no parece hacer match del todo con la leyenda de Messi y le puede resultar incluso problemático.

Para empezar, habría que reflexionar sobre el qué y el cómo. Me explico, desde la compra total del Paris Saint-Germain por parte del Emir de Qatar en 2011, el club de la capital gala ha dinamitado el mercado verano sí y verano también en la búsqueda –ganando o arrebatando- primero de la supremacía francesa y posteriormente del sueño de todo gran competidor en Europa, la Champions.

Esa obsesión desmesurada y la creencia de Nasser Al-Khelaïfi de que la entidad que preside está por encima de las leyes ha llevado al Paris Saint-Germain a convertirse en un club odiado –y odioso-, precisamente por los métodos de muy poca clase, bravucones, sin escrúpulos y barriobajeros con los que se emplea el club, que ya de por sí representa a una ciudad soberbia por naturaleza.

Justamente hablando de legislación en términos generales, resulta increíble que desde UEFA, con absoluta demagogia, se cacaree tanto el dichoso fair play financiero, siendo que a los clubes estado se les permite tanto. Sin embargo, si repasamos específicamente la plantilla que le han armado a Mauricio Pochettino para la temporada naciente, llegamos a la conclusión de que lo de este Paris Saint-Germain qatarí se sitúa en una dimensión totalmente desconocida y sin precedentes.

Por supuesto que estando el Mundial de Qatar 2022 en el horizonte hay intereses de fondo y contubernios y complicidades entre los organismos más poderosos del fútbol mundial, UEFA y FIFA, quienes le dan barra libre al club manejado por Qatar para hacer básicamente lo que le salga de vaya uste’ a saber dónde. Inadmisible el armado de un equipo como el del Parque de los Príncipes, cuando hay mucha gente padeciendo condiciones infernales, con sueldos esclavizadores e incluso muriendo en la construcción de los estadios de la Copa del Mundo.

Ya en lo futbolístico, Messi hablaba de la ambición y de ser el del PSG el proyecto mejor situado para ganar la Champions como factores determinantes en su decisión. Pues bien, me voy a permitir estar en desacuerdo con Messi. Para mí, lo último que hay en París es proyecto, y lo que sí que uno percibe son los billetazos a la desesperada para acometer el gran objetivo desde la colección de cromos, y no desde la construcción de un equipo y una idea. Sólo así se explica la patada que le dio Al-Khelaïfi a Thomas Tuchel sólo unos meses después de que el entrenador teutón llevara a la entidad a su mejor resultado histórico en una Copa de Europa (Final). Al término del curso anterior, lo que son las cosas, Tuchel y el Chelsea se alzaron con el maravilloso trofeo de las enormes asas.

Con lo anterior no quiero decir que sea imposible que el cuadro rouge et bleu gane la Champions, al contrario, un plantel de esa riqueza hombre por hombre tiene que ser considerado entre los principales candidatos. Sin embargo, Mauricio Pochettino va a tener dos retos titánicos: hacer embonar las piezas en el puzzle de su idea y gobernar un vestuario repleto de figurines (de entrada, Mbappe ya ha hizo muecas por el fichaje de Messi).

Para los que digan que equipos así se manejan solos, que les pregunten a los entrenadores del Madrid de los Galácticos cómo les fue y qué ganó el club de Chamartín en el ciclo que comprende de la temporada 2002-03 a la 2005-06. Eso sí, en caso de que la cosa marche sobre ruedas en el Parque de los Príncipes y el nuevo dúo Messi – PSG se haga con la anhelada Champions, que a nadie se le olvide que no es lo mismo llegar a la cima del Everest a pie que en helicóptero, más allá de que para efectos numéricos Copas de Europa son Copas de Europa.   

Por todo esto parece claro que, antes que el Paris Saint-Germain, había muchas otras camisetas, con más grandeza, pedigrí y categoría para un jugador de la talla de Lionel Andrés Messi. No obstante, la comodidad y los amigos Messi los tiene en París, además de que, si hiciera falta en la ecuación, los principios nunca han sido un obstáculo para don Dinero, poderoso caballero.

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